domingo, 12 de diciembre de 2010

La huerta de Don Cande Cota

En Honor a mi esposo y la añoranza por su pueblo

Don Candelario Cota tenia su huerta en las orillas del río Piaxtla a 10 minutos de Dimas, ahí cultivaba naranja, tenia otra antes de esta, como a 5 minutos de Dimas, en la que cultivaba sandia, melón, elote, etc.  y en la cual nosotros ya debíamos varias, nuestra preferida era la sandia, misma k nos robábamos para comerla mientras nos bañábamos en el río.
Este era el talón de Aquiles de Don Cande, que le robáramos la fruta, tanto así que desarrollo la estrategia de perseguir y apalear a cuanto chamaco agarraba robando, como escarmiento al hozado ladrón. Mi papá me tenia prohibido robarle a Don Cande ya que eran muy amigos, además Don Cande me tenia aprecio y mi papá decía que no había necesidad, el estaba seguro de que si yo le pedía, me daría la fruta sin chistar. Pero andando con la palomilla no podía negarme de perdiz a espiar y dar el pitazo de que la huerta estaba sola y el resto de la palomilla entraba y tomaba la sandia.
En un ocasión, entre semana, después de la escuela y haber terminado las tareas, nos dirigimos al río a pescar lisas (Un pez parecido a la mojarra pero mas larga), entre la palomilla íbamos, Miguelin, Fidel, Toño y yo (Rafaelin). Comenzamos la travesía de pesca desde el puente del ferrocarril, siguiendo la corriente en contra, hasta llegar a la huerta de Don Cande en la que sembraba solo naranjas; ya llevábamos una bolsita de ixtle llena de lisas, habíamos tarrayado (del verbo usar la tarraya) desde las 2 PM y ya eran las 5 de la tarde cuando pasamos por la huerta, justo cuando el “Necuto” y el “Mudo” se encontraban robando naranjas. Cuando los vi me acorde de la estrategia de Don Cande y queriendo advertirles les grite -¡Ey cabrones nomás los agarra Don Cande les va a pegar una corretiza! (Del verbo correr desaforado detrás de alguien)- A lo que me contesto el “Necuto”-¡Me la pela Don Cande!- Y el “Mudo” sin querer quedarse atrás me hizo las señas textuales de lo mismo que me había dicho el “Necuto”. Sin mas que decir después de tan explícitas respuesta, seguimos nuestro camino con nuestra bolsita llena de lisas por toda la orilla del río en camino de regreso a Dimas, cuando de repente escuchamos, a los pocos metros del lugar donde encontramos a los osados ladrones, a Don Cande que nos pego un grito -¡Ey cabrones me andan robando las naranjas!- Fidel el mayor de todos le respondió con otro grito -¡Nooo, son lisas!- Refiriéndose a la bolsa con los pescados. Don Cande que ya tendría unos 65 años no escucho bien, pero como dicen “El sordo no oye pero compone” nos respondió -¡Ahh, que los tienen lisos, van a ver ahorita cabrones!- Acto seguido, corto un varejón de jarilla con una Coahuayana que siempre traía consigo e hizo la finta (Del verbo pretender hacer algo sin intención de hacerlo) de correr tras nosotros.
La estampida no se hizo esperar, la fama de las palizas de Don Cande eran leyenda y no quisimos ser parte de ella, así que patitas pa’ que las quiero, nomás el polvo quedo atrás. Miguelin se había quejado toda la tarde de tener miedo a lo hondo del rió, así que optamos por darle la tarea de cargar la bolsa con los pescados, mientras nosotros tirabamos la tarraya al río. Al momento de la estampida, Miguelin ni se acordó del río, lo paso de tres brazadas; las lisas ni tardas ni perezosas se dieron al nado, desapareciendo entre la corriente.
Llegamos como alma que lleva el diablo a las orillas de Dimas, nos sentamos en el paredón del río, y nos dimos cuenta que la pesca de toda la tarde se encontraba nadando libremente, de nuevo; que Don Cande ni siquiera se había tomado la molestia de seguirnos y que seguramente al “Necuto” y al “Mudo” les servimos de distracción mientras ellos se le pelaban a Don Cande con su puño de naranjas.
Primero nos agarro la tristeza, pero luego nos agarro la risa y así decidimos regresar cada quien a su casa, con las manos vacías y la sensación de que habíamos pagado el precio por las sandias robadas en el pasado.
Al llegar a mi casa, le platique a mi papá  el error de Don Cande, se rió y aseguro que le reclamaría a este. Días después se encontró con Don Cande y le dijo –Don Cande le traigo una queja-, -!Que paso amigo rafael!-, - me asusto al Rafaelillo-, _!Como?!-, -andaba pescando y usted confundió la bolsa con lisas que traía, con sus naranjas- Don Cande apenado se disculpo con mi papa asegurando que la causa del error era justo lo que nosotros ya sabíamos, la vejes, el no ver bien y la sordera.
Ese mismo día mi papá me llego con la disculpa en las manos, una sandia, disculpa que disfrutamos todos sentados a la mesa después de la cena y de repetir la aventura a mi mamá., Irma y mi papá.

jueves, 23 de septiembre de 2010

El armadillo

En Honor a mi esposo y la anoranza por su pueblo.

El armadillo

Era mas o menos entre 1990 o 1991, cuando mi esposo, originario de Dimas Sinaloa, escucho por primera vez una de las historias y aventuras que Marcos, apodado Marcos perras; ya que acostumbraba a rodearse de cuanto perro callejero se encontraba; contó a mi suegro y a mi esposo. En ese entonces Marcos perras tenia aproximadamente 50 anios de edad, un hombre de sombrero, camisa vaquera, chaparrito, barrigón, pero eso si sambo hombre de a caballo.
Ese día mi suegro y mi esposo se dirigían a la parcela de mi suegro, ellos siempre tenían que pasar por la casa de este para poder llegar a la parcela, así que en ocasiones era inevitable no toparse a Marcos perras y su singular tono al dirigirse a mi suegro- Carrillooooouuuu!!!- ya se sabe la ultima que me paso, no se ni como salí de esta!!!
Mi suegro se detuvo con su habitual respeto a escuchar lo que el vecino tenia que decir, y mi marido, un chamaco de unos 13 o 14 años en ese entonces, no le quedo otra que también escuchar al vecino y ser participe de esta gran aventura, por lo menos en su imaginación.
Marcos perras fue a buscar un becerro perdido al cerro de la mesa, a unas 6 horas de Dimas, a caballo, cuando de repente aquí no mas vio un animal demasiado grande para ser nada que el haya visto antes, así que se bajo del caballo y se acerco cautelosamente, cual seria su sorpresa que cuando estuvo mas cerca pudo ver que se trataba de un armadillo, pero un armadillo de tamaño colosal, que casi le llegaba a las rodillas- Un senior armadillo Carrillooooo!!- con mucho cuidado para no espantarlo tomo su rifle del caballo y se preparo a disparar, ya lo tenia en la mira, y zzaaass!!! Justo cuando dispara el armadillo se mueve y solo alcanza a herirlo en la concha, el animal despavorido se mete a una cueva cercana, misma que por deducciones de Marcos perras tenia que ser la misma cueva que el armadillo cavo ya que el animal cabía perfectamente, Marcos perras ni tardo ni perezoso pensó- este animal no se me va!!- y se tiro con todo dentro de la cueva persiguiendo al armadillo. Pocos minutos después y por los rastros de sangre confirmo que el armadillo efectivamente iba herido, así que con mas determinación se fue tras el pensando en que pronto se cansaría; y así fue, unos pocos kilómetros mas adelante Marcos perras alcanzo al armadillo, el animal era grande pero no se intimido, se colgó de la cola de este y empezó el calvario. El armadillo lo arrastro por mas de una hora y media, pero Marcos perras no lo soltó -Y ahí me llevaba el armadillo Carrillooo a tumbe y tumbe- Cuando ya sentía que no podía mas de repente el armadillo salio a flote- No vas a creer donde salio el armadillo Carrillooo!!!- Pues salio por una coladera en el Malecón en Mazatlán Sinaloa, como a una hora y media de Dimas, viajando en auto por la carretera internacional, y a media hora del cerro de la mesa, ósea que el animal alcanzo una velocidad de unos 30 kilómetros por hora. Ahí el armadillo no pudo mas y prácticamente cayo agonizante, y prendido de su cola Marcos perras con las ropas destrozadas por la tremenda arrastrada que le dio el animal por mas o menos una hora y media. Ya que lo vio muerto pensó -no pues tengo que sacarle algo a la arrastrada, además tengo que ver la forma de regresarme a Dimas- Por lo que Marcos perras tomo al enorme armadillo, se lo hecho al hombro y se fue al mercado de Mazatlán a vender al armadillo gigante, ahí no falto quien lo quisiera hacer carnitas y así Marcos perras obtuvo el dinero suficiente para comprarse un cambio nuevo y reemplazar el destrozado por la arrastrada que le dio el armadillo, el pasaje para regresar en la ruta a Dimas y la fantástica experiencia que hizo babear a mi marido- Apa’ tuvo suerte Marcos perras de que no lo matara el armadillo no??- Mi suegro le contestaba -Mentiras de el mijo que le haces caso a Marcos perras!!!- Pero la seriedad con que mi suegro lo había escuchado y el respeto que mi suegro mostró a la historia, hacia que mi esposo esperara ver pronto a este para escuchar su nueva aventura.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Despues de mucho pensarlo!!

Si, despues de mucho reir y pensar acerca de la posibilidad de compartir con ustedes algo tan delicado como las experiencias de un pueblo, me decidi!
Mi esposo es de el Pueblo de Estacion Dimas, Sinaloa Mexico, al cual de carino le decimos Dimas a secas; cada dia durante la cena hay una historia nueva sobre su pueblo, que por 9 anios nos ha hecho viajar hacia Dimas todos los dias, en ocasiones se repiten las historias y algunas pedimos de nuevo que nos las cuente. Se diria que es nuestro muy personal viaje a su ninez y adolesencia, y nuestro muy personal manera de conocer un pueblo en donde mi esposo crecio y al cual no hay la certeza de regresar pronto.
Muchas de estas historias le fueron contadas por su papa, otras por los vecinos y aun cuando la mayoria son reales algunas han sido exageradas como muy buen pueblerino.
A mi me ha apasionado su riqueza y manera unica de ver a cada personaje. Lamentable soy de ciudad y vivimos tan a la carrera que nuestros personajes son miticos y raramente sabemos la historia completa de estos.
En otras ocasiones podemos sentir la nostalgia por un pueblo y sus habitantes, la anioranza al pasado que no regresara, la frescura de los primeros anios de ausencia y por supuesto pedimos perdon a la exaageracion, a los personajes y sus nombres, a la falta de ortografia.
Con todo respeto este es un pequenio homenaje al amor de mi esposo por su pueblo y su gente y al mismo tiempo un honor a sus mas sagrados recuerdos.
La catedral, Dimas Sinaloa